VÍDEO: Así reconstruyó Alberto Rodríguez a Paesa, El hombre de las mil caras

EUROPA PRESS 08/09/2016 14:04

"A mí me gusta mucho ensayar las películas. Es quizás el momento en el que mejor me lo paso porque no tienes la presión de cuando se está rodando, algo que implica mucha gente y mucho dinero", afirma el director en este clip en exclusiva para Europa Press.

De esta pasión por los ensayos da fe Eduard Fernández, el hombre que da vida a Paesa. "Alberto ensaya mucho... mogollón. Recuerdo que el último día me dice 'Eduard, hay una cosa que no hemos ensañado'. Y le digo, 'Tío, que es solo cuando salgo a la puerta y miro para la derecha, ya lo haremos'", relata el actor.

"Para construir estos personajes estuvimos un mes y pico de ensayos diarios", recuerda José Coronado, que en la película interpreta a Camoes, el inseparable socio de Paesa.

"Es un proceso por el que me encanta pasar y aparte creo que también lo hago porque me da mucha seguridad a la hora de rodar. De hecho esta película sin ese proceso hubiera sido imposible", sentencia Rodríguez.

Francisco Paesa ha sido hombre de negocios, banquero en Suiza, traficante internacional de armas, gigoló, playboy, diplomático, aventurero, estafador y agente secreto: un espía.

En un momento dado, Paesa es traicionado por el gobierno y se ve obligado a huir del país. Cuando regresa al cabo de los años, todo ha cambiado: está arruinado, es incapaz de poner en marcha cualquier negocio - su fama de timador le precede - y su relación con Gloria, su pareja en los últimos quince años, parece que toca a su fin.

En estas circunstancias, recibe la visita de Luis Roldán, y su mujer, quienes le ofrecen un millón de dólares para ayudarles a salvar 1.500 millones de pesetas, sustraídos de las arcas públicas. Una oportunidad idónea para que Paesa pueda vengarse y mejorar su situación económica, traicionando a su cliente.

Con la ayuda de Jesús Camoes, su inseparable socio, orquestará una intrincada y magistral operación dónde la verdad y la mentira tienen límites difusos. Una farsa digna de los mejores espías y reflejo del ocaso de una época.