La sentencia del Tribunal, considera que esta restricción del régimen de visitas no es consecuencia de una discriminación basada en la transexualidad de la demandante, sino que, ha imperado el "interés superior del niño" para protegerlo de la "inestabilidad" emocional de su progenitor.
Alexia, de 34 años, asegura que no entiende la sentencia. Lleva varios años de lucha y ha emprendido un largo recorrido judicial que todavía continuará en la Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo, en Francia, donde ya ha anunciado que tiene previsto recurrir.
La transexual asegura que continuará luchando para que le reconozcan el régimen de visitas más amplio, pese a que a día de hoy ya está disfrutando más tiempo del que realmente tiene estipulado para poder verlo en fines de semana alternos.
Según Alexia, ahora ve a su hijo, que tiene 13 años, con normalidad, ya que, por decisión del niño, acordaron verse cuando les apetece. En ocasiones se ven durante varios fines de semana consecutivos o incluso pasan algunos días juntos.
Por otra parte, la transexual, sostiene que el niño también está "completamente indignado" y, ha señalado que "se pregunta por qué no le consultan, ya que tan sólo lo hicieron cuando tenía 6 años y no tuvo en cuenta lo que opinó entonces".