La testigo del burka afirma que la polémica es de ignorantes

CNN+/Cuatro 28/09/2009 15:51

La testigo Fátima Hssisni, cuya declaración tuvo que aplazarse el pasado miércoles por no acceder a quitarse el burka, aseguró este lunes que la polémica que se ha suscitado a su alrededor es "de ignorantes" y se despidió de la Audiencia Nacional proclamando: "Allah akbar (Alá es grande)".

Hssisni, que declaró como testigo en el juicio que se sigue contra nueve presuntos 'yihadistas' acusados de enviar 'muyahidines' a Irak, fue preguntada a su salida de la sala de vistas si se sentía "orgullosa" de que su hermano, Hassan Hssini, se hubiera inmolado en Irak en enero de 2005.

"Claro que sí", dijo, a lo que añadió "¿cómo que mi hermano?", dando a entender que no había entendido la pregunta. "¿Cómo se va a sentir orgullosa?", replicó su marido Francisco, quien también compareció el miércoles pasado como testigo en el juicio.

"He declarado como tenía que ser, sin cámaras y sin televisión", añadió Fátima. Antes de su comparecencia, la testigo recalcó que "el gran enemigo del ser humano es la ignorancia" y aseguró que el hecho de que las mujeres vistan con burka "se ve con más normalidad en otros países europeos".

A las órdenes de Al Qaeda

De igual modo, recordó que cuando declaró ante los jueces de instrucción Baltasar Garzón y Fernando Grande-Marlaska tuvo "algún problema" aunque finalmente pudo testificar con burka.

Durante el interrogatorio al que le sometieron la fiscal Dolores Delgado y los abogados de las defensas, la testigo señaló que su hermano Hassan Hssisni, que se inmoló en enero de 2005 en un atentado terrorista en Irak, le confirmó que se encontraba en un campo de entrenamiento a las órdenes del líder de Al Qaeda Abu Musab Al Zarqaui.

Enseña la cara

Fátima Hssisni testificó de espaldas al público y mostrando al tribunal desde lascejas al mentón, tal y como le pidió el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, quien le recordó el pasado miércoles el principio de publicidad que rige en las vistas orales y le solicitó que enseñara su cara para no tener que imputarle un delito de desobediencia.

Este lunes, el juez se limitó a tomarle juramento o promesa de que estaba obligada a decir verdad si no quería cometer un delito de falso testimonio. La testigo, que no se giró en ningún momento de su comparencia hacia la zona en la que se encontraban el público y los medios de comunicación, cumplió de esta forma su deseo de que las cámaras de televisión no le grabaran a cara descubierta.