Terele Pávez protagoniza junto a Carmen Machi 'La puerta abierta': "Nunca me he planteado vivir de esto, así me ha ido"

EUROPA PRESS 31/08/2016 15:18

"Es una profesión que nunca me he planteado ni vivir de esto, así me ha ido, ni tener metas, ser actriz para mí era una cosa como 'buah' y así sigo, que te llaman, bien", ha declarado en una entrevista con Europa Press con motivo de la presentación de la cinta en Madrid este miércoles 31 de agosto.

Pero Pávez, que añade que no tiene "metas de tonterías", tampoco piensa en retirarse de la interpretación, al menos mientras se encuentre "bien", puesto que está "jubilada". "A mí mientras me llamen, yo sigo", comenta la actriz, que piensa que cuando uno se retira, enseguida le llaman ese mismo día para trabajar. "Cómo lo voy a dejar, si este año ya llevo tres [premios] y hace dos años me dan un Goya, y las críticas son cada vez mejores", ha justificado.

Rosa (Machi) es prostituta, ha heredado el oficio de su madre Antonia (Pávez), una mujer que ahora se cree Sara Montiel y que ha convertido su día a día en un caos delirante. En el mundo en el que están sumergidas, Rosa no sabe ser feliz. Pero la llegada de un nuevo integrante, una niña, a su peculiar familia le dará una oportunidad única para lograrlo.

Según ha señalado Pávez, su personaje realiza un "ejercicio de piedad" en la película, en la que ambas actrices dan vida a "mujeres de una vida rota" pero dignas de admiración. Para la veterana actriz, que cuenta ya con 77 años, la cinta refleja el "contrapunto de lo que uno es, de lo que uno quisiera ser y de esa realidad que uno no quiere jamás estar ahí", ha explicado la actriz, que dice que tenía muchas ganas de trabajar con Machi.

Completan el reparto de la cinta Asier Etxeandía --que interpreta a Lupita, un travesti compañero de profesión de Rosa--, Paco Tous y Mar Saura. Tous interpreta a un cliente de Rosa, un hombre tan "corriente" que no se da cuenta de que puede hacer daño a las mujeres. Por su parte, Saura da vida a una policía en busca de una niña y que "no quiere tirar la toalla", así como luchar para que personas como Rosa, Antonia y Lupita "salgan adelante".

TERELE PÁVEZ SUSTITUYÓ A AMPARO BARÓ

En un principio, el papel de Antonia iba a ser interpretado por Amparo Baró, pero tras su muerte, tomó las riendas Pávez. Según ha relatado la actriz, fue la propia Amparo Baró quien la llamó y la convenció para que hiciese la película porque se encontraba en ese momento "mal" para hacerla ella. "Tuvimos una conversación de amigas, de amor, de profesionalidad, y de esta película me dijo maravillas", recuerda Pávez.

Preguntada sobre la escasez de papeles para las mujeres en el mundo del cine, Pávez considera que se debe a la mala situación del cine en general, porque "hay miedo a producir" y por tanto, no sólo afecta a las mujeres sino a todos. En este sentido, dice que es una "suerte" ser mujer y dedicarse al mundo de la interpretación, ya que a su juicio, no se tienen los "problemas" que tiene una "persona cualquiera" como, por ejemplo, una peluquera o una oficinista. "En el arte, la mujer ha estado siempre tan considerada como un hombre", ha especificado.

Además de 'La puerta abierta', Pávez tiene pendiente el estreno de 'El bar', de Álex de la Iglesia, director con el que ha colaborado en multitud de ocasiones. "¿Musa? Yo soy familia ya", ha bromeado sobre el cineasta. Finalizado el rodaje de este filme, Pávez opina que 'El bar' es una "burrada de Álex" porque se trata de "una película que él ha querido, con su dinero y con la gente que ha querido". Además, también tiene pendiente un rodaje en el Caribe, proyecto por el que dice sentir "ilusión".

Por su parte, Machi ha afirmado, en una entrevista con Europa Press en la presentación de la película en Barcelona el pasado lunes 29 de agosto, que la película pone sobre la mesa una terrorífica relación llena de rencor y ausente de amor: "Ser madre es un tema intocable y Marina [la directora] lo trata sin concesiones", ha defendido.

Así, ha asegurado que al leer el guión, la negrura del personaje y actitud frente a la vida le producía rechazo, así como su poca capacidad de ser feliz: "El rodaje me dejó demolida, era muy desolador", ha dicho.