La semana pasada los usuarios de Whatsapp para iPhone dejaron de ser los únicos que tendrían que pagar por usar la aplicación. El pago se extendió a Android, Windows Phone y Blackberry, cuyos clientes tendrán que abonar 0,89 euros al año cuando se caduque su licencia.
Este anuncio ha indignado a muchos de sus usuarios, que ya ascienden a 250 millones en todo el mundo y en España casi un 70% de las personas con smartphone. Sin embargo, éste no es el fin de la mensajería instantánea gratuita, hay alternativas.
Line es uno de los principales rivales de Whatsapp desde que se anunció el pago por sus servicios. Además del clásico chat, Line ofrece la posibilidad de realizar llamadas gratuitas entre sus usuarios y usar la aplicación en el ordenador, aunque si hay algo que enloquece a quienes lo han probado son los 'stickers', unas pegatinas manga de mayor tamaño que los ya conocidos emoticonos.
Víber es una aplicación muy similar a Line, aunque añade a las llamadas y el chat gratuito la posibilidad de crear grupos de conversación de cuarenta personas. Además, permite la geolocalización de los dispositivos móviles.
Spotbros salió al mercado español hace cinco meses y ya cuenta con un millón de usuarios. Más allá de las funciones que comparten todas estas aplicaciones, permite enviar 'shouts' o gritos a personas que se encuentren en un radio de un kilómetro y medio, así como debatir sobre temas concretos en los 'spots' o foros virtuales.
Éstas son solo algunas de las alternativas a Whatsapp, que cada día suma nuevas aplicaciones a su lista de competidores, entre las que también se encuentran WeChat, Chad2Win, eBuddy XMS o Kik Messenger.