Los sensores con los que está equipado el 'smart bra', monitorizan en tiempo real el ritmo cardíaco y la respiración, que son signos emocionales claves para deteminar si una persona está a punto de sufrir ese estado emocional que lleva a comer en exceso.
A continuación, transmite los datos por Bluetooth a un teléfono móvil, alertando al usuario de que está a punto de comer presionados por el estrés.
El hambre emotiva, como lo llaman los médicos, lo sufren tanto las mujeres como los hombres, aunque son principalmente las mujeres las más afectadas.