Una de las tres patas del aterrizador se puede ver en primer plano. La imagen es un mosaico de dos imágenes, y muestra una superficie de roca limpia de polvo.
Teniendo en cuenta la ingravidez del cometa y el fallo de los arpones, los tornillos de anclaje presentes en la base de las patas de la sonda parecen haber logrado su objetivo. La ESA ha confirmado que el aterrizador rebotó dos veces, hasta aterrizar al tercer intento.
Según ha confirmado el control de la misión en Darmstatd (Alemania), la sonda Rosetta en órbita del cometa está en comunicación con el aterrizador.