Un mal hábito en el uso de contraseñas es similar a dejar la puerta de casa abierta

Noticias Cuatro / Agencias 28/01/2017 11:29

Compartir la contraseña con familiares (24,9%) o con amigos (9,7%) es una práctica nada segura que permite que puedan filtrase de forma no intencionada. Además, uno de cada cinco españoles (21,1%) todavía escribe sus contraseñas en un cuaderno, para no tener que recordarlas, como recoge el estudio presentado por Kaspersky Lab.

El estudio resalta tres errores muy frecuentes en las contraseñas que ponen a los usuarios en peligro: los usuarios utilizan la misma contraseña para múltiples cuentas, lo que en el caso de una contraseña se filtre, son varias las cuentas que pueden ser pirateadas; los usuarios utilizan contraseñas débiles, fáciles de 'hackear'; y la mayoría de las personas almacenan sus contraseñas de forma precaria, lo que deja sin sentido la razón de poder contar con claves de acceso.

"Si tenemos en cuenta la enorme cantidad de información privada y sensible que hoy en día almacenamos, los usuarios deberían preocuparse más por sí mismos y contar con una protección eficaz para sus contraseñas", asevera el director general Kaspersky Lab Iberia, Alfonso Ramírez.

El estudio muestra como un gran número de personas en España, casi una de cada cuatro (24,8%), han sido víctimas de intentos de pirateo de alguna de sus cuentas bancarias, pero son pocas las que cuentan con una seguridad de contraseñas efectiva e inteligente.

Por ejemplo, sólo cerca de un tercio (28,6%) de los usuarios de Internet en España ha creado contraseñas distintas para las diferentes cuentas 'online' y, lo que es más preocupante, una de cada diez personas utiliza la misma contraseña para todas las cuentas. Con que tan sólo se consiga acceder una vez a la contraseña, estas personas corren el riesgo de que todas y cada una de sus cuentas puedan ser pirateadas y utilizadas.

"Es algo que parece obvio, pero muchos no se dan cuenta que están cayendo en los errores más elementales de gestión de contraseñas. Estos errores, a su vez, están dejando al descubierto sus correos electrónicos, cuentas bancarias, archivos personales y demás informaciones valiosas", reconoce Ramírez.

Además, las contraseñas que las personas crean no son tampoco lo suficientemente fuertes para protegerles del pirateo y la extorsión. Sólo cerca de la mitad de los entrevistados españoles (49,2%) combinan mayúsculas y minúsculas en sus contraseñas, y apenas llegan a los dos tercios (62,8%) los que combinan letras y números, y todo ello a pesar de que los usuarios están convencidos que sus cuentas de banca electrónica (55,8%), correo (47,1%) y tiendas electrónicas (37,3%) necesitan unas contraseñas fuertes.

El estudio muestra también cómo los usuarios maltratan sus contraseñas, compartiéndolas con otros y utilizando métodos inseguros para recordarlas. Cerca de la cuarta parte (24,9%) de los españoles han compartido su contraseña con algún miembro cercano de su familia, y uno de cada 10 (9,7%) lo ha hecho con sus amigos facilitando que puedan ser filtrados de forma inintencionada.

Uno de cada cinco españoles (21,1%) escribe sus contraseñas en un cuaderno, para no tener que recordarlas. Y aunque la contraseña pueda ser robusta, la posibilidad de que otra persona pueda verla y usarla es una realidad.