Un rayo sobre Oklahoma en 2007 cubrió una distancia horizontal de 321 kilómetros. El evento relámpago sobre el sur de Francia en 2012 se prolongó de forma continua durante 7,74 segundos, según el dictamen del comité de evaluación.
"El rayo es un riesgo meteorológico importante, que se cobra muchas vidas cada año", dijo el secretario general de la OMM Petteri Taalas. "Las mejoras en la detección y el seguimiento de estos eventos extremos nos ayudarán a mejorar la seguridad pública."
Es la primera vez que el rayo ha sido incluido en el Archivo de regostros meteorológicos y climáticos extremos de la Comisión de Climatología de la OMM, que documenta datos extremos de calor, el frío, la velocidad del viento, la lluvia y otros eventos a nivel mundial.
Mejoras importantes en las técnicas de teledetección de rayos han permitido observar como nunca las características de los rayos.
El comité de evaluación juzgó el rayo de mayor longitud usando una distancia de círculo máximo entre fuentes de rayos detectadas individualmente mediante VHF. El evento tuvo lugar el 20 de junio 2007 en el estado de Oklahoma.
El Comité aceptó también la duración más larga de un solo rayo como un solo evento que se prolongó de forma continua durante 7,74 segundos el 30 de agosto de 2012 en la Costa Azul, Francia.
"Esta investigación pone de relieve el hecho de que, debido a las continuas mejoras en la tecnología y el análisis de la meteorología y la climatología, los expertos en clima ahora pueden supervisar y detectar los fenómenos meteorológicos tales como relámpagos específicas con mucho más detalle que nunca antes", dijo en un comunicado Randall Cerveny, Relator jefe de Clima y Tiempo Extremos de la OMM.
Como parte de su evaluación, el comité también acordó por unanimidad que la definición formal existente de "descarga del rayo* debe adaptarse a una "serie de procesos eléctricos que se producen continuamente" en lugar del intervalo de tiempo previamente determinado de un segundo. Esto se debe a que la tecnología y el análisis han mejorado hasta el punto de que los expertos ahora pueden detectar y vigilar los relámpagos individuales con vidas mucho más largas que un solo segundo.