Dylan Money tenía que hacer frente a las burlas diarias de sus compañeros, quienes se metían con él por su aspecto físico. El jóven decidió dejar los malos hábitos alimenticios y comenzó una nueva vida, según informa 'Mirror'.
Dylan cambió los restaurantes de comida rápida por el gimnasio y empezó a perder peso rápidamente. El joven no tardó mucho en darse cuenta de que esa era la vida que le gustaba y pronto se conviritió en un apasionado del deporte.
El chico decidió además convertise en entrenador personal para ayudar a otras personas. "Me volví un apasionado del gimnasio y cada día quiero aprender algo nuevo", ha dicho Dylan. Además, quiere abrir su propio centro en un futuro.
"Mi decisión de convertirme en entrenador personal vino porque no quiero ver a gente ser tratada del modo en que me trataban a mí y quiero ayudarles", ha concluido Dylan, quien se ha convertido en un ejemplo para todos aquellos que sufren o han sufrido bullying.