Los propietarios del Zoológico han aprovechado un resquicio legal para proponer a los visitantes una dosis extra de adrenalina junto a las fieras, según ha publicado el periódico argentino Clarín.
En la ley se permite el contacto directo del público con los animales siempre que estos sean domésticos e inofensivos, algo que aseguran los dueños del Zoo sobre los leones y tigres que exhiben.
“Hay hasta 100 metros de cola en la puerta del sector de los felinos para entrar a tomar fotos y mantener contacto directo”, aseguraron en la Dirección de Flora y Fauna del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia.
Los visitantes aspiran a dar de comer a los felinos y hacerse unas fotos para mostrar en las redes sociales. Sin embargo, las autoridades estudian presentar una demanda contra los propietarios del Zoológico y no descartan pedir la clausura del lugar.
El Zoo de Luján se presenta como el único de América del Sur que entrenan en la “mansedumbre” a sus animales. Al parecer, también las fieras salvajes.
“Veíamos gente que publicaba sus fotos en Facebook dándoles de comer a enormes leones. Una acción que pone en riesgo a la población”, explicaron funcionarios locales.