"¿Por qué el daño viene de las personas que supuestamente te aman?"

Noticias Cuatro 22/04/2016 18:13

"El día que murió Alexis, unos momentos antes, ella rescataba a un pajarito caído que estaba fuera de su casa. Quería llevárselo a su mamá pájaro. Así era Alexis, dulce y noble. Quería ser veterinaria. Alexis murió ayer".

Con estas palabras comenzaba Carmen García Núñez, una diseñadora de México, a describir en Facebook cómo de especial era su sobrina, víctima de un cruel asesinato que acabó con su vida a la temprana edad de los 17 años. El asesino, su exnovio, Sergio, "vecino de toda la vida y acogido por la familia desde siempre".

Según la propia Carmen García relata en una publicación que ya ha sido compartida más de 21.500 veces en la red social, Sergio "le disparó en la tráquea y se la destrozó". Además, señala, también estaban presentes su cuñada y su otra hija. "Él buscaba golpearlas, eliminarlas como si fuera un crimen pasional o de odio. Buscaba borrar su memoria", explica.

Según cuenta, tal fue la saña con que se empleó "que las tres armaron un charco de sangre en el porche de su casa", en Monterrey, debido a los golpes que les dio en la cabeza.

Pese a que los servicios de emergencia intentaron hacer todo lo posible por reanimarla y salvar su vida, todo esfuerzo fue en vano. "Su mamá, al momento de verla en el suelo, ensangrentada y herida, ya sabía que su hija estaba a momentos de irse. La sentía respirar pero su mirada ya se había ido. Ellas trataron de taparle la herida, de conservar su alma en su cuerpecito. De arrullarla, de despedirse, de implorarle que no les dejara. Pero Alexis ya estaba en los primeros escalones hacia el cielo", escribe.

Con cada línea, con cada frase, el relato de Carmen se hace cada vez más desgarrador, hasta llegar a preguntarse: "¿Por qué el daño viene de las personas que supuestamente te aman?".

"A mí no me consuela llorar. A mí me consuela buscar entender", escribía cuestionando por qué la familia no pudo anticiparse a ver lo que le iba a pasar a Alexis, por qué su propia sobrina no había pedido ayuda, y más allá... por qué no le pregunto nada la última vez que la vio, cuando pensó que había cierta "tristeza" en ella. "¿Por qué mi hermano y mi cuñada no fueron lo suficientemente fuertes o atentos con estas señales? ¿Por qué nosotros no estuvimos cerca?", insiste.

Sin embargo, su reflexión va más allá, llamando a no resignarse al sentimiento de culpa y en su lugar tomar medidas para prevenir trágicos sucesos como el que describe: "¿Qué podemos hacer nosotros como padres, como sociedad para evitar que jóvenes como él, o como cualquier otro, se conviertan en asesinos potenciales? ¿Qué podemos hacer nosotros como padres hacer para prevenir esto con nuestras hijas? No se trata de prohibirles, de aislarlas, ni de no dejarles ir a ningún lado. Yo creo que se trata de empoderarlas. De que sepan decir no, y en el momento en que se pasen de lanza (de la raya), en ese momento denunciar. También se trata de que, como padres, uno debe estar bien cerca, estar atento de cualquier señal que no nos cuadre y actuar en consecuencia. Mejor que le tachen a una de paranoica o mal pensada que tener que pasar por tragedias como esta".

"Ahora lo que nos resta a nosotros es sobrevivir. Ojalá esto que nos pasó nos sirva de algo. A nosotros como familia, a nosotras como mujeres y como sociedad", finaliza.