La vergüenza y la frustración hacen que los padres no denuncien a sus hijos violentos

cuatro.com 10/09/2014 14:49

La vergüenza y la frustración hacen que muchos padres no se atrevan a denunciar a sus hijos cuando estos ejercen violencia sobre ellos. Joan María denunció a su hijo por primera vez cuando tenía 15 años y la segunda a los 17. “El hijo debe saber que no se pueden pasar unos límites”, nos explica. En su caso las denuncias no fueron suficientes y con las drogas el problema se agravó. Ahora su hijo cumple condena en la cárcel. Hace cinco años y ante la falta de ayuda de la administración, que Joan María dejó su trabajo como ingeniero industrial y creó un centro de inserción laboral para jóvenes conflictivos.