Encuentra a su padre entre los indigentes a los que fotografiaba tras 25 años separados

Noticias Cuatro 12/08/2015 19:41

Diana Kim, una fotógrafa de 30 años de edad, ha cumplido de forma inesperada uno sus mayores deseos: volver a reencontrarse con su padre después de 25 años sin saber nada de él.

Criada en la isla de Maui, en Hawái, heredó pronto la pasión por la fotografía que tenía su padre, dueño de un estudio fotográfico en el que pasaba las horas y que sirvió de introducción para que Diana se lanzase a seguir sus pasos.

Tras una infancia difícil marcada por la separación de sus padres, hecho que la obligó a vivir junto a su madre de un lado a otro en busca de un hogar estable que a menudo tardaba en llegar, Diana decidió que debía encontrar una forma de volver a unirse a su padre, aunque solo fuera al sentir que estaba siguiendo su misma pasión.

De este modo, tras tener que refugiarse en casa de familiares y amigos, además de pasar algunos años viviendo en parques o incluso en vehículos, se las arregló para continuar sus estudios y fue en 2003 cuando abordó un ensayo fotográfico sobre la comunidad de vagabundos e indigentes sin hogar de las zonas de su alrededor.

Entregada a esta causa, años más tarde su abuela decidió contarle que la salud mental de su padre se había deteriorado hace tiempo, negándose a ducharse, comer o tomar su medicación, confesándole que no sabía siquiera si estaría vivo.

Sopesando la noticia con una una fortaleza singular, Diana continuó con su tarea de "humanizar a través de la fotografía" y acercar a las personas en exclusión social bajo el foco de su lente a todo el mundo, para concienciar a la gente de sus problemas y mostrar que es necesario ayudarles.

Así, fue en 2012 como entre todos aquellos a los que había fotografiado descubrieron que había encontrado a su padre, quien sufría una severa esquizofrenia que le hacía rehusar de la compañía y la presencia de su hija, que decidió capturar e inmortalizar su rutina como un medio para acercarse a él y poco a poco conseguir que aceptase su ayuda.

De esta manera, tras un largo periodo de tiempo, durante el cual Diana tuvo que contemplar escenas que le producían profundo dolor al ver la situación en que se encontraba su padre, pasando en ocasiones mucho tiempo en silencio junto a él, conoció que uno de los días que pasaba en la calle sufrió un ataque al corazón. Alguien alertó a los servicios de emergencias y fue hospitalizado.

Desde este momento, y con la continua presencia y el apoyo constante de su hija, poco a poco empezó a tomar la medicación, aceptar el tratamiento y ponerse mejor.

"Mientras sigamos vivos, en este mundo cada día es una ocasión para aferrarse a una 'segunda oportunidad'. No hay fracaso a menos que abandones y él nunca abandonó, al igual que yo nunca le he abandonado a él", sentenció Diana en declaraciones recogidas por NBC News.