Esto es lo que todos deberíamos hacer nada más levantarnos

Noticias Cuatro 18/07/2017 07:39

Las personas que tienen falta de confianza en sí mismas o son naturalmente tímidas son a menudo las mismas personas que se hacen pequeñas y ocupan el menor espacio posible. La psicóloga de Harvard, Amy Cuddy, tiene un simple consejo para hacer que esas personas se sientan más confiadas y asertivas, recoge The Independent.

Cuddy es conocida por una charla TED que dio en 2012 acerca de la importancia del lenguaje corporal en la confianza y el éxito en el lugar de trabajo o el aula.

Su investigación al lado de la doctora Dana Carney demuestra que al asumir "poses de poder" como la de ‘wonder woman’ (donde estás con tus pies separados y los brazos en jarras) o poses que ocupan mucho espacio (como el 'Man-spread') se alteran los niveles hormonales en tu cerebro tras dos minutos y te hace sentirte más seguro, más fuerte y menos estresado.

Este comportamiento es especialmente común en las mujeres: "Las mujeres son mucho más propensas a sentarse en poses más retraídas que los hombres", dice Cuddy. "Las mujeres se sienten crónicamente menos poderosas que los hombres, por lo que esto no es sorprendente".

Si estás luchando por ganar confianza la doctora Cuddy aconseja estirar tus extremidades y extender tu cuerpo tanto como puedas nada más levantarte, especialmente si duermes en pose fetal o encogida. "Cuando te despiertas, solo estírate un minuto antes de poner tus pies en el suelo".

Las dos hormonas clave afectadas por las posturas de baja y alta potencia son la testosterona -la "hormona de dominancia" que te hará sentir seguro y más propenso a correr riesgos- y el cortisol -la hormona del estrés que te hará reaccionar a las situaciones-.

"Los machos alfa de alto poder en las jerarquías de los primates tienen alta testosterona y cortisol bajo", dice Cuddy, "y los líderes poderosos y eficaces también tienen alta testosterona y cortisol bajo". Con el fin de investigar el efecto de la "postura de poder" en la mente, Cuddy y sus asociados reunieron voluntarios en un laboratorio y les pidieron que asumieran ciertas posturas de alta o baja potencia durante dos minutos.

A continuación, se les pidió jugar en algunos juegos de azar, y se tomó una muestra de saliva para medir sus niveles hormonales. Cuddy encontró que aquellos que habían asumido posturas de "alta potencia" tenían un aumento del 20% en sus niveles de testosterona tras dos minutos de haber puesto una pose de alta potencia. Además, sus niveles de cortisol habían disminuido en un 25%. En el caso contrario, habían experimentado una disminución del 10% en la testosterona y un aumento del 15% en el cortisol.