Según cuenta ‘Bild’, los dueños del animal se fueron de vacaciones y decidieron taladrar el caparazón y ponerle una anilla junto a una cuerda para que el animal no se escapara durante su ausencia. Debido a la cuerda, el animal acababa enredándose entre las plantas quedando atrapada.
La defensora de animales, junto a los bomberos y un veterinario, liberaron al animal que actualmente se encuentra recuperándose en un refugio de la ciudad. "El animal debe de haber sufrido un dolor agonizante, porque el caparazón es similar a la piel humana", explica un responsable del refugio.
Los dueños ya han sido denunciados por maltrato animal.