Familiares y amigos de Sonia Iglesias se concentran en Pontevedra cuando se cumple un año de su desaparición. Sonia fue vista por última vez poco antes de que entrara a trabajar en una tienda de moda a la que nunca llegó. Poco después de su desaparición se encontró su cartera en una zona marginal de la ciudad de Pontevedra. Su familia ha perdido la esperanza. "A estas alturas lo que sí tenemos claro es que si aparece estará muerta", lamenta su hermana María del Carmen.
La familia de Sonia Iglesias lleva un año sin saber nada de ella, una mujer de 37 años madre de un niño de 10. Sonia desapareció el 18 de agosto de 2010 cuando le quedaba poco para entrar a trabajar. Fueron sus compañeros quienes dieron la voz de alarma al ver que no llegaba a su puesto en una tienda de moda.
Algunos testigos aseguraron que la había visto en el centro de Pontevedra a media mañana caminando a toda prisa. Días después de su desaparición su cartera con su documentación fue hallada en el poblado chabolista de O Vao.
365 días después de su desaparición, familiares y amigos de Sonia han convocado para hoy a las 10.30 horas en Pontevedra una concentración en la calle Benito Corbal. Allí arrancará una pegada de carteles.
"El objetivo es evitar que la investigación sobre la desaparición de Sonia Iglesias caiga en el olvido y que su ausencia, en un día tan señalado para la familia, esté presente en la mente de todos", ha explicado los convocantes. El cartel lleva el lema 'Un año...', la foto de Sonia y una convocatoria de manifestación para el día 25.
Como el municipio de Pontevedra celebra estos días la semana grande de las fiestas en honor a la Virgen Peregrina, se ha desplazado para el día 25 la manifestación, a las 21.30 horas del jueves en la plaza de A Ferrería.
"Es un caso muy complicado"
La familia ha perdido la esperanza de encontrar a Sonia con vida. Su hermana, María del Carmen Iglesias ha asegurado que "a estas alturas lo que sí tenemos claro es que si aparece estará muerta". Los suyos son conscientes de que la falta de testigos y, sobre todo del cuerpo de Sonia, hacen de éste un caso "muy complicado".