Siempre según el periódico gallego, personas que trataron con la abogada compostelana en los últimos tiempos afirman que estaba ilusionada con la relación, en principio solo profesional, que mantenía con el empresario. Con él viajó a Marruecos en varias ocasiones, ya que él requería de alguien que hablara francés a la perfección y conociera las leyes.
El Correo Gallego señala que "lo que empezó como una relación estrictamente laboral se fue tornando en algo más..., al menos para los ojos de ella, que pudo sufrir un fuerte desengaño al comprobar que él no estaba dispuesto a embarcarse en una aventura y poner fin a su estabilidad familiar".
A esto se unieron problemas en los negocios en Marruecos, que pudieron provocar más roces entre ambos.