MSF ha reconocido en Twitter que se trató de un rescate "increíblemente difícil", ya que el barco estaba "saturado" y corría el riesgo de naufragrar en cualquier momento. Los pasajeros "gritaban de terror", ha relatado la ONG.
La organización ha explicado que, para lograr "estabilizar" la nave, los inmigrantes que sabían nadar tuvieron que saltar al agua y agarrarse a los elementos de flotación lanzados.
"Acabamos de completar el que ha sido nuestro rescate más peligroso y complejo hasta la fecha", ha informado MOAS, también en las redes sociales.
Más de 2.000 personas han muerto ahogadas en el Mediterráneo en lo que va de año, según unos cálculos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) que no dejan de aumentar. El miércoles, un pesquero con cientos de inmigrantes naufragó frente a las costas de Libia y, según los supervivientes, más de 200 personas habrían fallecido.