Luce durante un año y medio el anillo de pedida sin darse cuenta de dónde estaba

Noticias Cuatro/Agencias 15/05/2017 12:10

Terry es un romántico idealista que desde el primero momento supo que su vida debía estar unida a la de Anne. Ambos superan la treintena y residen en Australia. Entre las muchas pasiones que comparten, viajar por el mundo es una de ella. Y, en concreto, el paraje escocés de 'Smoo Cave' estaba entre sus destinos favoritos.

El enamorado novio elaboró una estrategia para que Anne supiera en el momento adecuado que desde el principio tenía claro su futuro en común. Para ello fabricó un colgante de madera y en su interior escondió la alianza con la que pretendía pedirle que se casara con él. Y lo hizo con la seguridad de que la petición la realizaría en uno de esos parajes con los que soñaban visitar.

Así que Anne portó colgado de su cuello el original regalo tallado en madera sin saber que dentro estaba escondido el anillo con el que Terry quería pedirle la mano.

Y fue en la localidad escocesa de Durness en donde está la gruta de 'Smoo Cave', dónde Terry ejecutó su alambicado pero romántico plan de boda.

Allí, ante la monumental entrada a la cueva y bajo el pórtico rocoso de este fenómeno geológico, Terry puso la cámara en automático y frente al objetivo ya en marcha le pidió a Anne que le dejara el colgante. Rompió el precinto, lo abrió y ante la atónita mirada de ella le mostró lo que durante dieciocho meses había llevado de verdad en su cuello: el anillo de pedida.

De rodillas, Terry hizo por fin lo que llevaba años soñando, le pidió que se casará con él. Y claro, Anne no lo dudó ni un segundo y le respondió con un rotundo 'sí'.

Anne también lo tuvo claro desde siempre pero ante esta postergada y sorpresiva pregunta alcanzó a reprocharle de forma contundente: "¡Pero podría haberlo perdido, idiota!".

Y es que durante el año y medio que el colgante lució en su cuello, Anne se lo quitó innumerables veces para su aseo personal, trabajos domésticos o, simplemente, para variar de complemento.

Terry también pasó sus particulares momentos de pánico al darse cuenta que la seguridad aeroportuaria podría dar al traste con su secreto al disparar las alarmas de los detectores de metal y obligarle a pasar el colgante por los escáneres.

Ahora ya solo falta que Terry y Anne se pongan de acuerdo en la fecha de la boda que ambos esperan tenga lugar lo antes posible, según cuenta Daily Mail.