Luis Alejandro, de 13 años, y Andrea, de 18 años, nacidos en el municipio colombiano de Buenaventura (Valle del Cauca) y el Tarra (Norte de Santander), junto con dos adultos responsables del proyecto, serán los encargados de narrar su experiencia personal y de concienciar con su testimonio sobre la importancia de trabajar por la paz en el país, rescatando a los más jóvenes del peligro que suponen los grupos armados, en un conflicto que dura más de 50 años.
Durante unas jornadas programadas entre el 21 y 27 de noviembre, la organización proyectará en institutos y universidades un vídeo sobre este proyecto que ha logrado ayudar a cerca de 120 familias y más de 200 niños en el país sudamericano. Asimismo, presentará el libro 'Tejiendo Sueños', en el que se recogen experiencias de muchos de los niños, niñas y adolescentes que han encontrado un lugar donde vivir seguros y poder estudiar gracias a la 'Red de Entornos Protectores'.
Uno de los eventos centrales, que tendrá lugar el 23 de noviembre a las 11.00 horas en el Centro de Arte de Alcobendas (Madrid), contará con la presencia del embajador de Colombia en España, Alberto Furmanski Goldstein.
"La 'Red de Entornos Protectores' es una alternativa factible para el futuro dentro del proceso de paz que vive Colombia", explica la ONGD ABENIN, que espera que estos encuentros --en los que también participarán colectivos sociales-- sirvan para "transmitir el sentimiento y el deseo de encontrar sosiego en un país bañado por la violencia y que hoy parece que comienza a respirar un poco de paz".
La ONGD ABENIN apoya a organizaciones que tienen como objetivo trabajar a favor de los derechos de la infancia. En este caso, mediante la 'Red de Entornos Protectores', no solo se ayuda a los niños a liberarse del drama del conflicto, sino que además aporta un apoyo económico a familias en zonas de riesgo para que cumplan con el compromiso de sacar a sus hijos e hijas del trabajo en la calle y llenen las escuelas para formarse de cara al futuro.
"Muchos niños, niñas y adolescentes han tenido que ver cómo sus padres han sido secuestrados por la guerrilla, o viven en zonas muy complicadas bajo el riesgo de caer en manos de grupos armados", alerta esta organización, que insiste en alejarles de cualquier forma de reclutamiento y evitar la vulneración de sus derechos para garantizar una mejor calidad de vida de los menores y sus familias.