La historia del pollo que vivió un año y medio sin cabeza

Noticias Cuatro 12/09/2015 09:25

Cuando Lloyd Olsen y su mujer, Clara, terminaron de matar a los pollos descubrieron que uno de ellos seguía vivo.

Pensaron que pronto moriría, pero el ave, al que llamaron Mike, sobrevivió durante 18 meses, según ha publicado la BBC que recuerda la peculiar historia.

Troy Waters, un bisnieto de la pareja, recuerda cómo escuchó la historia muchas veces cuando era pequeño.

Lo metieron en una caja de manzanas y pensaron que al día siguiente ya el pollo habría muerto, pero "La maldita cosa seguía viva", contó Waters.

El pollo era alimentado con una jeringuilla o un cuentagotas, a través del agujero que quedó en la zona de la decapitación, que le llegaba directamente al esófago. Le limpiaban el moco de la misma manera.

La historia de Mike corrió de boca en boca y un periódico local fue a la granja a entrevistar a la familia dueña del pollo sin cabeza. Poco después un empresario de espectáculos los visitó para presentar al animal en las ferias y ganar algo de dinero.

Fueron a las ferias de Salt Lake, a California y Arizona, donde exhibieron el dinero a cambio de dinero.

También llevaron a Mike a la Universidad de Utah, donde el pollo sin cabeza fue examinado e incluso fueron decapitado otros animales para comprobar si se mantenía con vida.

La revista Life publicó un reportaje sobre Mike y muchos leyeron incrédulos la historia.

Sin embargo, en la primavera de 1947, Mike murió en Phoenix. Al parecer, el ave murió sofocado, después de que los Olsen olvidaran la jeringuilla en la feria y no pudieron hacer nada por evitar su ahogamiento.

Tom Smulders, experto en pollos del Centro para el Comportamiento y la Evolución de la Universidad de Newcastleexplica que es sorprendente que el ave no haya muerto desangrado.

El corte, en el caso de Mike, fue hecho en el lugar justo y un coágulo de sangre evitó que se muriese desangrado.

El hecho de que pudo continuar viviendo sin cabeza, quizá es sencillo de explicar. El hachazo le quitó a Mike el pico, la cara, los ojos y una oreja, pero dejó intactó un 80% de su masa cerebral que controla el cuerpo, el corazón, la respiración y las funciones principales.

Muchos quisieron intentaron conseguir que sus pollos vivieran sin cabeza, pero a pesar de tratar de repetirlo no volvió a ocurrir, ni en la granja de los Olsen, ni en ningún otro lugar que se conozca.