Originario de Grecia, Panopoulos emigró a Canadá en 1954 cuando tenía 20 años. Allí, en Ontario, abrió varios restaurantes junto con sus dos hermanos. En esos establecimientos llegó a servir todo tipo de comidas: hamburguesas y patatas fritas, platos chinos y, como no, pizzas.
Pero fue un experimento sin más pretensión de la de divertirse la que le catapultó a la fama gastronómica. Un día decidió añadir piña de lata para ver qué tal quedaba. El resultado, todo un éxito, ya que a día de hoy se sigue comercializando esa mezcla.
Según cuenta The Guardian, a él y a sus hermanos les gustaba el contraste del dulzor que proporcionaba la piña con el sabor sabroso del jamón. “Lo intentamos primero para nosotros, luego lo compartimos con algunos clientes. Un par de meses después se estaban volviendo locos por esto, así que lo pusimos en el menú”, explicó a principio de año a la BBC Panapoulos.
Pero, ¿por qué el nombre de pizza hawaiana? Nombrarla de esa forma vino porque así se llamaba la marca de piña en lata que utilizaban, siendo ese el nombre que tiene aún este tipo de pizza que o se ama o se odia.
Guste o no la piña en la pizza, es de reconocer el invento de Sam Panapoulus, todo un revolucionario en un mundo tan cerrado como era el de las pizzas (donde los ingredientes utilizados en el momento se limitaban a champiñones, bacon y peperoni).