Las picaduras de abejas, avispas, abejorros y hormigas suelen ser ligeras, pero si las personas sufren de alergias pueden llegar a ser graves.
También si las picaduras son múltiples o en zonas delicadas, como cabezas, boca, garganta.
Los expertos aconsejan acudir inmediatamente al médico y lavar la zona de la picadura con abundante agua y jabón.
Aplicar un compresa de vinagre, amoníaco aligerado con agua y hielo.
Para la extracción del aguijón se raspa con la parte sin filo de un cuchillo o navaja a lo largo del aguijón.
Es importante, evitar el uso de pinzas, porque estas pueden presionar el saco del veneno y liberarlo en el interior del cuerpo, agravando la situación.
Se puede aplicar hielo, no directamente, sobre la picadura con intervalos de 10 minutos.
Si la picadura es de una medusa u otra especie marina se aconseja dejar al afectado en reposo y lavar la herida con abundante agua de mar (nunca dulce).
No frotar, ni friccionar para evitar que se rompa la bolsa del veneno. Es necesario quitar la espina, restos de medusa u otro protegiéndose las manos adecuadamente con guantes u otro.
Si es posible, aplicar hielo o agua helada en un bolsa plástica evitando que el agua dulce entre en contacto con la lesión.