En un manifiesto, reclama a los servicios sociales y sanitarios que sean accesibles para las mujeres sordas en virtud de la aplicación de la Ley 27/2007, por la que se reconocen las lenguas de signos española y catalana, y se regulan los medios de apoyo de comunicación para las personas sordas y sordociegas.
En este sentido, solicita la accesibilidad de las casas de acogida para las mujeres sordas, así como para sus hijos e hijas, así como la presencia de intérpretes y mediadores en el proceso de salida de la espiral de violencia.