Jesús Hueche, el dueño, se cayó de un árbol a más de dos metros de altura mientras estaba podándolo fuera de su casa en Bahía Blanca, golpeándose con la cabeza en el pavimento. El golpe fue tan fuerte que perdió el conocimiento y se quedó tendido en mitad de la acera, informa The Independent.
Afortunadamente, cuando lo advirtieron sus vecinos llamaron a una ambulancia. Pero mientras esperaba, Tony no se iba de su lado. Cuando llegaron los paramédicos, el perro estaba con él y estaba abrazando al hombre, negándose a separarse.
Hueche sufrió un "leve traumatismo craneal", según informó Defensa Civil, el servicio de urgencias argentino.
Le inmovilizaron el cuello y cuando los sanitarios intentaron cargar a Jesús en la ambulancia para llevarlo al hospital, Tony subió con él, aseguró el servicio de urgencias en su página de Facebook.
Una vez en el hospital, fue tratado por lesiones menores y dado de alta el mismo día. "Va a todas partes conmigo y se encuentra en mi cama hasta que mi esposa lo echa", declaró Hueche a la radio argentina La Brujula 24.
"Un día lo vimos en la calle y lo adoptamos, le dimos cariño, comida y hoy es parte de nuestra familia, para mí es como un hijo".