Pero cuando arrancarnos estos pelitos, podemos provocar un daño o rotura de los vasos sanguíneos internos. De este modo, el folículo piloso queda expuesto y corre el riesgo de que se produzca un proceso infeccioso que puede causar la muerte.
¿Cómo? Porque existe un área comprendida entre el puente que separa las fosas nasales y se extiende en diagonal hasta las esquinas de la boca se llama el ‘triángulo de la muerte’. Se trata de una región que contiene una gran cantidad de pequeños capilares que se intercomunican con los nervios que recorren el cerebro, en la parte trasera de la cabeza, informa saludeficaz.com.
Al arrancar bruscamente el vello de la nariz desde su raíz existe el riesgo de que, al romper un vaso sanguíneo, este se llene de sangre y quede expuesto a microorganismos patógenos letales como la ameba, capaz de carcomer el cerebro de forma lenta y progresiva.
Para impedir que esto pase, lo más saludable es recortar o rebajar esos pelillos con unas tijeras en lugar de arrancarlos. Un simple gesto que puede salvar tu vida.