Uno de los signos más visibles de la falta de sueño puede comprobarse en cómo se refleja en el rostro. Según una empresa británica especialista en el estudio de sueño, dormir menos de seis horas varios días seguidos puede tener consecuencias también para la cara. La web Noticias 24 ha recogido las tres principales:
1. Cambia la mirada. Los músculos de la cara están demasiado estirados o relajados por el sueño deficiente, lo que causa que los ojos se muestren cansados e incluso no totalmente abiertos.
2. 'Pesan más' los años. El tejido facial también se ve afectado por el estrés. A partir de los 30 años, el insomnio puede hacernos parecer incluso diez años más.
3. Dermatitis y otros problemas de la piel. Al incrementarse los niveles de cortisol, puede aparecer acné o dermatitis. Por supuesto, el drenaje linfático también puede verse afectado y terminar provocando la aparición de ojeras.