Mataron a seis familiares en Nochebuena por dinero

Noticias Cuatro/ Agencias 18/12/2016 13:25

Wayne y Judy eran los padres de la familia Anderson y organizaron una comida especial en su casa para dar inicio a las celebraciones. Para ello compraron regalos, cocinaron un buen asado al horno e invitaron a su hija, junto a su novio, y a su hijo, junto a su esposa y sus dos hijos. Sin embargo, lo que iba a ser una cena donde se reuniesen tres generaciones se convirtió en el asesinato de seis personas.

En cuestión de horas habría seis miembros de la familia muertos, aniquilados en una masacre que estaba totalmente calculada. Dos de los invitados, la hija y su pareja, llevaron pistolas en vez de regalos para convertir la cena familiar en un auténtico baño de sangre.

Wayne y Judy, de 60 y 61 años respectivamente, llevaban más de 30 años viviendo en su domicilio y eran una pareja de lo más sencilla, dedicada a sus familiares y a la comunidad que le rodeaba. Sin embargo, su hija Michele, de 29 años, vivió en una caravana junto a su novio Joseph McEnroe, de la misma edad, algo que le hizo odiar a sus padres y llegar a cometer esa barbaridad.En la víspera de Navidad del año 2007, parecía que todo iba a trascurrir normal, pero Michele y Joseph tenían una intención muy diferente que la del resto de los invitados.

El hermano de Michele, Scott, le había pedido prestados unos miles de dólares y a lo largo de varios años todavía no se los había devuelto. La chica, superada por la situación, sentía que sus padres se posicionaban a favor del hermano y eso era una cosa que no pensaba soportar. Aísí que acudió junto a su pareja a la cena con pistolas y mataron a todos, a los padres, al hermano, la pareja de éste y sus dos hijos.

Después de varios años, Michele admitió que ella había planificado toda esa masacre dos semanas antes cansada de prestarle dinero a su hermano. “Todo fue idea mía”, reconoció Michele quitándole todo tipo de culpa a su pareja Joseph. Éste, solamente ha podido pedir disculpas y declarar: “Siento muchísimo que hayan fallecido, ellos también eran mi familia”.

En enero de 2014 Joseph confesó los asesinatos para evitar la pena de muerte. Un juicio espantoso que, según Mirror, el chico describió a una familia que había entrado en un estado descendente hasta llegar a esa trampa mortal. El jurado no lo dudó y lo declaró culpable de seis cargos y ya en mayo de ese mismo año entró en prisión.

Dos años más tarde, en enero de 2016, Michele se enfrentó a un tribunal habiendo confesado su parte en las ejecuciones navideñas. La Fiscalía dijo que su motivo era "avaricia pura y sin adulterar". Una vez más, los seres queridos tenían que sentarse a través de pruebas horribles incluyendo la desesperada grabación del 911 de Erica, una vecina que captó el momento en el que la cuñada de Michele le rogaba que no matase a sus hijos, a los sobrinos de la asesina. Ya en marzo, Michele también fue declarada culpable de seis cargos de homicidio y evitó la pena de muerte. .