"Deseo que esta visita sea como un abrazo de consuelo y de aliento para todos los cristianos de Oriente Medio; un mensaje de amistad y de estima para todos los habitantes de Egipto y de la Región; un mensaje de fraternidad y de reconciliación para todos los hijos de Abrahán, de manera particular para el mundo islámico, en el que Egipto ocupa un lugar destacado", subraya el Pontífice.
Además, muestra su deseo de que esta visita "contribuya eficazmente al diálogo interreligioso con el mundo islámico y al diálogo ecuménico con la venerada y amada Iglesia Copto-Ortodoxa".
Según precisa, en la actualidad son necesarios agentes de paz. "Nuestro mundo, desgarrado por la violencia ciega, que también ha golpeado el corazón de vuestra querida tierra, tiene necesidad de paz, de amor y de misericordia", remacha.
En este sentido, agrega que hacen falta "agentes de paz y de personas libres y liberadoras, de gente valiente que sepa aprender del pasado para construir el futuro sin encerrarse en prejuicios, de constructores de puentes".
El Papa asegura que está "rebosante de alegría" por su viaje a Egipto, un país al que define como "cuna de civilización, don del Nilo, tierra de sol y hospitalidad, donde vivieron Patriarcas y Profetas, y donde Dios, Clemente y Misericordioso, Todopoderoso y Único, hizo resonar su voz".
Además, asegura que se siente "honrado" de visitar este país que hace 2.000 años dio refugio y hospitalidad a la Sagrada Familia, que huía de las amenazas del Rey Herodes.
El Pontífice también envía su agradecimiento al presidente de la República, al Patriarca Teodoros II, al Gran Imán de Al-Azhar y al Patriarca Copto-Católico por su invitación, así como a todo el pueblo de Egipto y a todas las personas que están trabajando para hacer posible este viaje.
"Queridos hermanos egipcios, jóvenes y ancianos, mujeres y hombres, musulmanes y cristianos, ricos y pobres, os abrazo cordialmente y pido a Dios Todopoderoso que os bendiga y proteja vuestro país de todo mal", pide y concluye su mensaje con un "¡viva Egipto!".
Por otro lado, este martes 25 de abril, coincidiendo con la Fiesta de San Marcos, fundador de la Iglesia de Alejandría en Egipto, el Papa Francisco ha dedicado la misa matutina en la Casa Santa Marta al Patriarca de los Coptos Teodoros II y a los fieles coptos, y ha rezado para que Dios bendiga a las dos iglesias.