El Papa reivindica la santidad oculta de los que son fieles día a día a las exigencias del bautismo

EUROPA PRESS 01/11/2016 11:38

Así, ha recordado que con la fiesta de Todos los Santos se recuerda "no sólo a aquellos que han sido proclamados santos a lo largo de la historia, sino también a tantos hermanos que han vivido su vida cristiana en la plenitud de la fe y del amor, en medio de una existencia sencilla y oculta". "Seguramente, entre ellos hay muchos de nuestros familiares, amigos y conocidos", ha añadido.

Francisco ha subrayado que es "la fiesta de la santidad" de la que ha destacado que "que tal vez no se manifiesta en grandes obras o en sucesos extraordinarios, sino la que sabe vivir fielmente y día a día las exigencias del bautismo".

"Una santidad hecha de amor a Dios y a los hermanos. Amor fiel hasta el olvido de sí mismo y la entrega total a los demás, como la vida de esas madres y esos padres, que se sacrifican por sus familias sabiendo renunciar gustosamente, aunque no sea siempre fácil, a tantas cosas, a tantos proyectos o planes personales", ha comentado.

Además, ha subrrayado que lo que caracteriza a las personas santas "es que son realmente felices" y que "tiene su fuente en el amor de Dios".

En la homilía pronunciada en el estadio de Swedbank de Malmö, con capacidad para 18.000 personas, ha explicado que "las bienaventuranzas son el perfil de Cristo" y por eso a los santos se les llama "bienaventurados".

"Por eso, a los santos se les llama bienaventurados. Las bienaventuranzas son su camino, su meta, su patria. Las bienaventuranzas son el camino de vida que el Señor nos enseña, para que sigamos sus huellas", ha dicho.

El Pontífice ha pedido a los fieles que busquen ser bienaventurados, en el sentido de seguir a Jesús "afrontando los dolores y angustias de nuestra época con el espíritu y el amor de Jesús".

En este sentido, ha reivindicado a los mansos para explicar que "la mansedumbre es un modo de ser y de vivir que nos acerca a Jesús y nos hace estar unidos entre nosotros; logra que dejemos de lado todo aquello que nos divide y enfrenta, y se busquen modos siempre nuevos para avanzar en el camino de la unidad".

"Los santos logran cambios gracias a la mansedumbre del corazón. Con ella comprendemos la grandeza de Dios y lo adoramos con sinceridad; y además es la actitud del que no tiene nada que perder, porque su única riqueza es Dios", ha finalmente afirmado.

Se trata del único acto oficial del día. Al terminar la celebración Francisco se trasladará al aeropuerto donde estará el avión que lo lleve de regreso a Roma.