Durante la catequesis, el Pontífice ha reflexionado sobe la "gran figura de Abraham", que ha definido como un "modelo de fe y de esperanza" porque "creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones". Así, ha señalado que Abraham "creyó en la palabra de Dios que sería padre, aun cuando pareciera imposible, porque él era anciano y su mujer estéril".
De este modo, ha explicado que su fe se abrió a una esperanza "que parecía absurda", pero ha manifestado que así es la esperanza, "sorprende y abre horizontes", hace "soñar lo inimaginable". Francisco ha relatado cómo el "desaliento y la frustración" llegaron a la vida de Abrahám. "Él veía pasar el tiempo y la promesa hecha por Dios seguía sin cumplirse, aunque Dios ratificaba una y otra vez su promesa. A Abrahám lo único que le quedaba era confiar en la Palabra del Señor y seguir esperando", ha comentado.
De este modo, ha explicado que la fe "no es solo silencio que solo acepta" y que "la esperanza no es solo certeza". Finalmente, ha subrayado que la fe va "más allá de los razonamientos humanos" y "de lo que normalmente se refiere al sentido común" porque tiene que ver con "soñar lo imposible".