En una conversación mantenida con el fundador del diario italiano La Repubblica, Eugenio Scalfari, que recoge Europa Press, Francisco ha asegurado que su mayor preocupación es el drama de los refugiados e inmigrantes y ha hecho un nuevo llamamiento para "abatir los muros que dividen" e "intentar aumentar y extender el bienestar".
"El dinero esta contra los pobres, además de contra los inmigrantes y los refugiados, pero están también los pobres de los países ricos que temen la acogida de los que son iguales a ellos provenientes de países pobres", ha señalado.
"DERRIBAR MUROS Y CONSTRUIR PUENTES"
Para el Papa, es un "círculo perverso" que debe ser "interrumpido". "Es necesario derribar muros y construir puentes que permitan disminuir las desigualdades y dar más libertad y derechos", ha añadido.
En la conversación, que tuvo lugar el pasado 7 de noviembre, pero que ha sido publicada tras la victoria del partido Republicano en las presidenciales de EEUU, Francisco afirma que no tiene adversarios dentro de la Iglesia sino personas con la misma fe, que ven las cosas de manera distinta. "La fe nos une a todos. Naturalmente, cada uno de nosotros ve la misma realidad de diferente manera. El cuadro objetivamente es el mismo, pero subjetivamente es diverso", ha añadido.
Preguntado sobre si le gustaría que existiese una sociedad de inspiración marxista, el Papa ha reiterado que serían "los comunistas los que piensan como los cristianos". "Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles, los excluidos sean los que deciden. No los demagogos o los barrabás sino el pueblo y los pobres que tienen fe en el Dios trascendente o no. A ellos tenemos que ayudar para obtener igualdad y libertad", ha especificado.