El Papa insta ante las autoridades birmanas a respetar a cada grupo étnico sin excluir a nadie

EUROPA PRESS 28/11/2017 12:48

El Papa ha pedido en Birmania un "orden democrático" que no excluya a nadie y ha destacado que el futuro del país pasa "por el respeto de cada grupo étnico y su identidad", pero sin referirse directamente a los rohingya, una minoría musulmana en este país de mayoría budista.

"El futuro de Birmania debe ser la paz, una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de cada miembro de la sociedad, en el respeto por cada grupo étnico y su identidad, en el respeto por el estado de derecho y un orden democrático que permita a cada individuo y a cada grupo --sin excluir a nadie-- ofrecer su contribución legítima al bien común", ha destacado Francisco.

El Pontífice, que tuvo este lunes un encuentro en Rangún con el jefe del Ejército birmano, el general Min Aung Hlaing, considerado como el responsable último de la represión contra los rohingya en el estado de Rajine, se ha trasladado este martes en avión a Naipidó para reunirse con las autoridades en el palacio presidencial.

En presencia el presidente birmano, Htin Kyaw, y con la premio Nobel de la paz Aung San Suu Kyi, que ejerce de ministra de Asuntos Exteriores y consejera de Estado, ha destacado que "las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación".

Si bien en su discurso no ha pronunciado la palabra rohingya, siguiendo el consejo del cardenal de Rangún, Charles Maung Bo, quien le había advertido de las consecuencias diplomáticas que podrían desencadenarse haciéndolo, Francisco ha instado a las diversas tradiciones religiosas de este país a "trabajar juntos en favor de la paz, para ayudar a los pobres y educar en los auténticos valores humanos y religiosos".

La visita del Pontínfice se produce después del éxodo de más de 600.000 rohingyas hacia el vecino Bangladesh a raíz de la represión lanzada por las fuerzas birmanas después de una ola de ataques por parte de milicianos rohingya en Rajine.

El Papa ha reivindicado una vez más la "cultura del encuentro y la solidaridad" y ha destacado el papel de las religiones como un instrumento "importante en la cicatrización de heridas emocionales, espirituales y psicológicas de todos los que han sufrido en estos años de conflicto".

"Inspirándose en esos valores profundamente arraigados, pueden contribuir también a erradicar las causas del conflicto, a construir puentes de diálogo, a buscar la justicia y ser una voz profética en favor de los que sufren", ha añadido.