Óscar Sánchez ha llegado hoy a casa después de dos años privados de libertad en una cárcel italiana por un delito que no cometió. La Justicia italiana le confundió con un mafioso. Hoy ha sido recibido entre risas, lágrimas y mucha emoción en su pueblo, Montgat.
"Me han quemado, me han pegado", decía Óscar Sánchez mientras se abrazaba a los suyos. Ha pasado 626 días encarcelado en Italia por un delito que no cometió.
La Justicia italiana le confundió con un mafioso, a quién Óscar le vendió su DNI, y le condenaron a 14 años de cárcel.
Óscar ha llegado al aeropuerto de Barcelona, donde se han visto las primeras lágrimas y abrazos porque se ha acabado la pesadilla. Ahora vuelve a casa con más ganas de vivir que nunca.
En Montgat, su pueblo, todo el mundo estaba esperándole con los brazos abiertos. Nadie ha querido quedarse sin abrazo. En su bar de siempre lo han recibido con su plato favorito.
Sus amigos siempre han luchado por defender su inocencia. Gracias a eso, ahora, por fin, pueden brindar juntos por su libertad.