Siete órganos que no son necesarios para vivir

Noticias Cuatro 14/10/2017 17:13

El director del Centro de Estudio de Anatomía Clínica de la Universidad de Lancaster (Reino Unido), Adam Taylor, ha elaborado una lista con siete órganos del cuerpo humano que pueden ser extirpados por completo sin los que el ser humano puede llevar un estilo de vida relativamente normal, informa The Conversation.

Bazo: este órgano se encuentra en el lado izquierdo del abdomen, hacia la parte posterior debajo de las costillas. Suele ser eliminado como resultado de una lesión. Debido a que se sienta cerca de las costillas, es vulnerable a un traumatismo abdominal. Está rodeado por una cápsula parecida al papel, que se desgarra fácilmente, permitiendo que se produzcan hemorragias. Si no se diagnostica y trata, puede producir la muerte. Mediante una intervención quirúrgica (esplenectomía), se puede extirpar de manera parcial o total sin graves consecuencias para el paciente, ya que sus funciones las pueden cumplir tanto el hígado como otros tejidos linfáticos.

Estómago: realiza cuatro funciones principales: la digestión mecánica al contraerse para aplastar los alimentos, la digestión química mediante la liberación de ácido para ayudar a romper químicamente los alimentos, y luego la absorción y la secreción. Algunas veces, el estómago se extrae quirúrgicamente como resultado de cáncer o trauma. Cuando se extrae el estómago, los cirujanos conectan el esófago directamente en el intestino delgado. Con una buena recuperación, los pacientes pueden comer una dieta normal junto con suplementos vitamínicos.

Los órganos reproductivos: los órganos reproductivos primarios en el hombre y la mujer son los testículos y los ovarios, respectivamente. La extirpación de uno o ambos suele ser el resultado de un cáncer o, en los hombres, un trauma, a menudo como resultado de la violencia, los deportes o los accidentes de tráfico. En las mujeres, el útero también puede eliminarse. Este procedimiento (histerectomía) impide que las mujeres tengan hijos y también detiene el ciclo menstrual en mujeres premenopáusicas. La investigación sugiere que las mujeres a quienes se les extirpan los ovarios no tienen una esperanza de vida reducida. Curiosamente, en algunas poblaciones masculinas, la extirpación de ambos testículos puede conducir a un aumento en la esperanza de vida.

Colon: el colon (o intestino grueso) es un tubo que tiene cuatro partes denominadas ascendente, transversal, descendente y sigmoidea. Las funciones principales son reabsorber el agua y preparar las heces compactándolas juntas. La presencia de cáncer u otras enfermedades puede provocar la necesidad de eliminar parte o todo el colon. La mayoría de las personas se recuperan bien después de esta cirugía, aunque notan un cambio en los hábitos intestinales. Una dieta blanda es lo recomendable inicialmente para ayudar al proceso de curación.

Vesícula: la vesícula biliar se encuentra debajo del hígado en el lado superior derecho del abdomen, justo debajo de las costillas. Almacena bilis. La bilis es producida constantemente por el hígado para ayudar a descomponer las grasas, pero cuando no se necesita en la digestión, se almacena en la vesícula biliar. Cuando los intestinos detectan las grasas, se libera una hormona que causa la contracción de la vesícula biliar, lo que obliga a la bilis a penetrar en el intestino para ayudar a digerir la grasa. Sin embargo, el exceso de colesterol en la bilis puede formar cálculos biliares, que pueden bloquear las diminutas tuberías que mueven la bilis. Cuando esto sucede, los pacientes pueden necesitar que se les extraiga la vesícula biliar. La cirugía se conoce como colecistectomía. Muchas personas tienen cálculos biliares que no causan ningún síntoma, otros no son tan afortunados.

Apéndice: el apéndice es un pequeño tracto situado en la unión del intestino grueso y el intestino delgado. Inicialmente se creía que era vestigial, es decir, que era un órgano cuya función inicial se ha perdido con la evolución. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha descubierto que es una especie de lugar seguro para las bacterias del intestino, lo que les permite repoblarse cuando sea necesario. Cuando parte del contenido intestinal ingresa en el apéndice, su estructura anatómica impide que ese material continúe su avance. Esto provoca una inflamación de ese órgano que, en los casos más graves, hay que extirpar mediante una apendicectomía. Ese procedimiento quirúrgico no suele producir consecuencias perceptibles para el paciente, salvo una pequeña cicatriz en el abdomen. Sin embargo, una advertencia: solo porque ya no tengas el apéndice, no significa que no pueda volver a causarte dolor otra vez. Hay algunos casos en los que el muñón del apéndice puede no haberse eliminado por completo, y puede inflamarse de nuevo.

Riñones: todos tenemos dos riñones, pero podemos sobrevivir con solo uno, o incluso ninguno (con la ayuda de diálisis). El papel de los riñones es filtrar la sangre para mantener el equilibrio de agua y electrolitos, así como el equilibrio entre los componentes ácidos y alcalinos. Lo hace actuando como un tamiz, reteniendo proteínas, células y otros nutrientes necesarios para el organismo, mientras que los elementos innecesarios terminan en la orina. Se puede necesitar extirpar uno o dos riñones por afecciones heredadas, daños por drogas y alcohol o incluso infecciones. Si a una persona le fallan ambos riñones, se debe colocar una máquina de diálisis, que sustituyen las funciones renales para eliminar las sustancias nocivas de la sangre, aunque tendrán una expectativa de vida inferior en función de su edad, sexo y estado de salud.