Los dos niños habían preparado su fuga durante varios días cavando un agujero debajo de una valla que separaba la guardería del exterior, según ha publicado The Guardian que hace referencia a una noticia publicada por el Komsomolskaya Pravda.
Después de alcanzar la libertad, los chicos caminaron poco más de un kilómetro hasta la exposición de coches de lujo, en la ciudad de Magnitogorsk en la región de los Urales.
Una mujer que conducía un coche notó a los pequeños y les preguntó qué estaban haciendo. Le dijeron que habían venido desde su guardería para comprar un Jaguar, pero que no tenían dinero.
La conductora los montó en su coche y los llevó a una comisaría.
Los responsables de la guardería no notaron la ausencia de los niños hasta media hora después de su desaparición.
El ministro del Interior ruso, Chelyabinsk, confirmó la fuga de los pequeños, aunque rechazó dar detalles de lo sucedido.