Charlie Edwards es un pequeño de diez años aficionado a la paleontología que, como regalo de cumpleaños, recibió de sus padres una divertida visita al Museo de Historia Natural de Londres, donde reside.
Según detalla The Telegraph, en su excursión por el museo, Charlie acudió a la parte donde se exponen las réplicas de dinosaurios y detectó en uno de ellos un error de clasificación. En una de las paredes que visualizaba la silueta de un dinosaurio Oviraptor, un pequeño carnívoro, en realidad era una especie totalmente diferente. La figura correspondía a un Protoceratops, un herbívoro del tamaño de una oveja.
Cuando se percató del error, se lo comunicó inmediatamente a sus padres quienes le dijeron “sabemos que eres muy bueno con los dinosaurios, pero estamos en un museo muy importante”. Pero Charlie insistió y finalmente logró que su madre enviara un correo al museo al finalizar el día.
La respuesta de la institución no se hizo esperar y enseguida contestaron a la madre del pequeño. Más tarde se disculparon públicamente, además de agradecer y felicitar a Charlie por sus conocimientos.