Esta Navidad va a ser la más feliz de los últimos siete años

Noticias Cuatro 16/12/2015 06:30

La primera quincena del mes de diciembre se consolida como uno de los periodos de mayor actividad comercial, aglutinando el 35% de las compras. En el informe también se refleja que aunque el consumidor se muestra más confiado y optimista estas fiestas, hay comportamientos que se desarrollaron durante la crisis que siguen presentes, como buscar rebajas y precios bajos, aprovechar descuentos o buscar regalos útiles. En este sentido el sector protagonista será el de gran consumo gracias a las excelentes expectativas de otros subsectores relacionados, como la belleza, el lujo, los dispositivos electrónicos y la juguetería.

Y un año más, coronando la lista de regalos, aparece el perfume, un obsequio tradicional, empujado por una industria de vanguardia que ha sabido entender las necesidades del consumidor apelando a sus emociones. Pese a su consideración de "regalo útil", el perfume da forma al deseo humano, y todo lo que le rodea: el envase, el packaging, la publicidad, la imagen de marca o el nombre, explotan esa capacidad de desear.

EL FRASCO JOYA: DEL ESCAPARATE A CASA

Una de las exaltaciones del deseo es el de pertenencia. Coronando un sinfonier, en hilera en un tocador o en formación en la vitrina del baño. Hombres y mujeres exhiben sus perfumes como trofeos. Cada navidad las marcas reconvierten en pequeñas obras de alta joyería sus envases y packaging para conseguir un lugar destacado en los escaparates. Es el momento de las ediciones limitadas y de coleccionistas que salen a la venta tras un laborioso proceso de diseño.

Aunque los diseñadores de frascos de perfume más influyentes son anónimos para la mayoría, hay nombres, como el de Pierre Dinand que han conseguido trascender tras crear botellas tan icónicas como la de Opium de Yves Saint Laurent. Un ejemplo de packaging original con estética navideña es la que cada año prepara la marca americana Kiehls, con una inagotable capacidad de sorprender.

SPOTS NAVIDEÑOS, LA TELE SE LLENA DE PERFUMES

Para sectores como el de la perfumería, las navidades son tradicionalmente la época más comercial del año y se disparan las ventas. Puede que aparentemente no sintamos la necesidad, pero la publicidad hace aflorar nuestros deseos más escondidos, incitados por la sonrisa de las embajadoras -y embajadores- de las firmas, sabiamente escogidos.

En el caso de las fragancias masculinas, tanto la imagen de marca como los spots, realzan desde hace varias temporadas la masculinidad perdida y muestran al hombre libre de artificios. Para la mujer, la imagen deseada es la que representa mujeres que manifiestan que el poder femenino no está solo en la juventud y enarbolan esa bandera antiedad que es el común denominador de todas las embajadoras de los perfumes de la casa francesa Lancôme, incluida nuestra Penelope Cruz.

NOMBRES DE PERFUMES, SINÓNIMOS DE ÉXITO

Las nuevas tecnologías y el boom de las compras on-line han favorecido la aparición de un nuevo lenguaje. Y el perfume conoce ese novedoso idioma. Del reivindicativo SI de Armani, al sensual Amor Amor de Cacharel, pasando por el estimulante y alegre La vie este Belle, el nombre de un perfume es en realidad un título, una filosofía de vida que a través de palabras explica nuestras deseos.

La principales empresas de comercio electrónico estiman que la próxima navidad, la venta on-line consolidará su excelente crecimiento y que en el caso de cosmética y perfumería las ventas se empezarán a cuantificar por segundo, dando respuesta a un nuevo tipo de usuario de compra inmediata. Para productos como el perfume, esta nueva vertiente exprés del e-comerce, es otra forma de satisfacer deseos.