¿Te imaginas que te ponen una multa de tráfico por ir cantando al volante?

Noticias Cuatro 24/10/2017 00:13

Vas conduciendo tu vehículo, suena tu canción favorita y… no puedes evitarlo, empiezas a cantarla o a tararear su melodía. ¿Cuántas veces nos habrá pasado? Sin duda es una situación que más de un conductor habrá vivido. Como Taoufik Moalla, un canadiense que se lanzó con alegría a interpretar de forma apasionada el tema ‘Gonna Make You Sweat (Everybody Dance Now”), del grupo americano ‘C+C Music Factory’, mientras iba conduciendo de camino a un establecimiento para comprar unas botellas de agua.

Le fue imposible resistirse al exitoso tema de pop de los 90. Sin embargo, en esta ocasión la ‘canción’ no iba a terminar como esperaba: esta vez incorporaba el sonido de una sirena policial y la voz que sonaba por el altavoz del vehículo de las autoridades: ‘Por favor, muévase al lado derecho’.

“Pensaba que querían adelantarme”, –explica Moalla en declaraciones recogidas por CTV News–, pero tras darle el alto se dio cuenta de que no era eso lo que buscaban los agentes que le habían seguido.

“Paré y cuatro policías vinieron –poniéndose dos a cada lado– y comprobaron el interior del coche. Después me preguntaron si había gritado, a lo que les dije, no, sólo estaba cantando”, explica.

Tras su respuesta, la policía comprobó su documentación y volvió con una sorpresa de 149 dólares. Una multa de unos 127 euros por “causar desorden gritando” y violar “la paz y la tranquilidad”.

“No sé si mi voz era muy mala y por eso me pusieron la multa, pero estaba en shock”, cuenta un Moalla que, pese a todo, no pierde el humor: “Entiendo que si están haciendo su trabajo tienen que comprobar que todo está bien, si he secuestrado a alguien o si hay algún peligro en el interior, pero nunca me habría esperado que me fuesen a multar por eso”, dice.

Además, asegura que no estaba cantando tan alto: “solo como cuando estás feliz y te gusta una canción”, aclara, en una frase bastante ilustrativa.

No obstante, lo que con muchos habría acabado en un enfado soberano e incluso en discusión, con Moalla se resolvió de forma sosegada y tranquila, porque, como él mismo cuenta, mantuvo la calma y respondió con un simple: “Vale (okay), gracias”.

Y lo hizo así porque consideraba que “estaban haciendo su trabajo” y era plenamente consciente de que podía recurrir la multa, cosa que ha hecho y que confía en que se resuelva a su favor: “Imagina que los Canadiens “equipo de hockey profesional de Montreal) ganan un partido importante. Todos los fans saldrían a gritar con sus coches. ¿Van a multarles por cantar? Les vas a poner multas a todos?”, cuestiona.

Así las cosas, Moalla se sabe con todo a su favor. Con todo… menos su mujer, que, según ha espetado, le dijo: “si la multa fue por cantar yo te hubiese puesto 300 dólares de sanción”.

Afortunadamente, y pese a todo, lo del buen humor es cosa de familia.