Uno de los factores que determinan el atractivo de la mujer es la cara. Concretamente las caras sencillas, ya que según recoge un estudio de la Royal Society Open Science, éstas son más fáciles de procesar en la actividad del córtex visual de los hombres, la que determina si una persona es atractiva o no.
Además, el estudio también concluye que las fisionomías comunes y con pocos elementos añadidos también influyen a la hora de considerar más atractiva a una persona, tal y como señala ‘RT’. Como norma general los rasgos de una cara que tienden a resultar atractiva son los de ojos grandes, nariz pequeña, cejas altas.
La búsqueda de la sencillez no se debe a que el cerebro funcione de manera simple, sino que busca la eficiencia. La psicóloga Marta Campo del Hospital Universitario Sanitas de la Zarzuela compara este fenómeno con la forma en la que admiramos un paisaje. Normalmente nos sentimos más cómodos ante paisajes simples y sencillos.
La juventud también tiende a influir, dado que los hombres tienden a buscar a mujeres fértiles y buscan los rasgos que les evoque a ello. Esto está relacionado con el subconsciente animal del ser humano.