Con tan sólo 25 años, la vida de Dana Vulin dió un giro inesperado. La joven australiana se estaba graduando en Publicidad, Negocios y Administración, cuando los celos de otra mujer le cambiaron la vida.
Natalie Dimitrovska se obsesionó con una supuesta relación entre Vulin y su marido, y le bastó un bote de alcohol desnaturalizado para acercarse a la casa de la joven y rociarla para prenderle fuego. Mientras Dana ardía, la mujer la veía quemarse viva, entre risas. El fuego quemó el 64% del cuerpo de Dana, incluyendo su rostro.
Los celos de Natalie la encerraron 17 años en prisión, y dejaron a Dana Vulin cuatro años de dura recuperación por delante. Pero su confianza ha vuelto y hoy es una persona completamente nueva. "Quiero que la gente sepa que no estoy deshecha", comentaba en una entrevista, "Mostrar mis cicatrices muestra lo lejos que he llegado".
Ahora Dana es profesional de discursos motivacionales, e intenta trasmitir a los demás la fortaleza con la que ha superado todos los obstáculos. Ella luchó y sobrevivió gracias a las charlas de otros, y ahora quiere servir, también, de inspiración.