El proceso por el que ha tenido que pasar Jennifer Hiles para curarse ha sido muy largo. La malformación arteriovenosa es una enfermedad que consiste en una conexión anormal de venas y arterias, que puede provocar hemorragias mortales.
Su operación tuvo que ser realizada en dos partes. En primer lugar, los médicos introdujeron una sustancia gomosa que parase el riego sanguíneo en la zona y así evitar el sangrado. Dos meses después, en una última operación, los médicos se lo quitaron, lo que provocó que su cara recobrara un aspecto normal, según explica el diario ‘Mirror’. Posteriormente, Hiles ha tenido que someterse a otras pequeñas intervenciones y ha ido a revisiones continuas durante cuatro meses.
Sin embargo, Jennifer Hiles no puede estar más contenta con el resultado. A través de su Facebook, la joven madre de Dakota del Sur ha ido subiendo fotografías y contando todos sus avances. Entre los mensajes, destacan aquellos que agradecen el apoyo de su familia y amigos durante el proceso.