La mujer, identificada como Giuseppina Redivo, habría matado a su marido, Roberto Redivo, que permanecía postrado en cama a consecuencia de una enfermedad degenerativa.
Además, hacía poco tiempo le habían diagnosticado una enfermedad terminal, según la web del canal italiano TGCOM24.
La mujer dejó varios mensajes dedicados a los hijos en los que le pedía "perdón por el dolor que les estaba provocando", pero "no puedo más ver sufrir a papá".
Los cuerpos sin vida de ambos ancianos han sido encontrados por la hija, que trató de reanimar sin éxito a su madre.
La mujer dejó un mensaje para su hijo, que vivía en Roma. En esta carta le explicaba al detalle cómo organizar el funeral.
Junto a la carta, dejó la ropa de ambos para los funerales y el entierro, incluida la ropa íntima.
Algunos amigos cercanos han contado a los medios que la mujer también había sido diagnosticada de una enfermedad incurable y la primera hipótesis es que decidió acabar con la vida de ambos, ante el temor de no poder atender a su marido.