Según relata Mirror, Ellie Petty sufrió quemaduras de tercer grado en sus manos, tórax y piernas cuando el cigarrillo electrónico que portaba con ella explotó en su bolsillo, dejando su piel con graves quemaduras.
La joven de 32 años de edad, se asustó al ver como su ropa se incendiaba mientras conducía e intentó apagar las llamas con sus propias manos mientras trataba de controlar el volante. Ellie frenó fuertemente y se apartó de la vía en un área de descanso para evitar colisionar con otros conductores.
Cuando por fin pudo parar su vehiculo de forma segura, Ellie se dio cuenta de que la batería de su cigarrillo electrónica había estallado en llamas provocándola graves quemaduras por todo el cuerpo.
"Pensé que me iba a morir. Fue una experiencia horrible”, relata la joven al medio inglés.
Ellie se enfrenta ahora a un de tratamiento en el Hospital de Distrito de Salisbury, en Reino Unido, donde la tratan de quemaduras de tercer grado en sus muslo, manos, dedos y muñecas.
Despúes de su horrible experiencia, Ellie decidió publicar en Facebook su historia y aconseja no utilizar estos aparatos por el riesgo que conllevan. "No me fío de estas baterías, esto le podría haber pasado a cualquiera”, advierte.
La industria de los cigarrillos electrónicos afirma que muchos incidentes son causados por baterías sueltas que no se manejan adecuadamente, recoge Mirror.
Los expertos destacan que las baterías no deben permanecer sueltas en el bolsillo, ya que si entran en contacto con otros objetos metálicos como monedas o llaves podría producirse un cortocircuito y provocar un incendio.