Las mujeres son mejores que los hombres en casi todo. Un estudio publicado por Barclays Wealth y Ledbury Research
Las mujeres están más capacitadas que los hombres para moverse en el mundo bursátil. ¿Por qué? Porque toman mejores decisiones que sus compañeros a la hora de invertir y eso se nota, donde en la economía más import, el bolsillo.
La mujer corre menos riesgos en sus inversiones y tiene más paciencia. Comprar y esperar. Los hombres, en cambio, son más confiados a la hora de desprenderse de ciertos valores.
Según este informe, las mujeres se controlan mejor a sí mismas. Pueden realizar menos operaciones pero ganar más dinero. Son por tanto, más eficientes. A pesar de todo, aun no está claro porque las bolsas mundiales no están llenas de mujeres.
La clave de esta diferencia está en la testosterona: Cuando los hombres ganan en bolsa sufren una subida hormonal que está relacionada con al recompensa. Según la revista 'Time' es el 'efecto del ganador' en forma de 'U'. Cuando la testosterona está subiendo incrementamos nuestra confianza, que se pierde a la velocidad de la luz cuando baja el nivel. Las mujeres, al contar sólo con un 10% de esta hormona, carecen de este exceso de confianza que es el que hace tomar peores decisiones.
Pero su mejoría sobre el hombre va más allá. Según el Financial Times , las mujeres son más propensas a ponerse el cinturón de seguridad, evitar fumar, van más a revisiones médicas... E, incluso, tienen menos tendencia a saltarse los semáforos en ámbar. Un factor emocional se incluye detrás de muchas de estas diferencias que hacen percibir el mundo de una manera distinta.
En el ámbito militar también existen diferencias. De acuerdo con el libro Man Down: Proof Beyond a Reasonable Doubt That Women Are Better Cops, Drivers, Gamblers, Spies, World Leaders, Beer Tasters, Hedge Fund Managers, and Just About Everything Else, citado por la revista Time , las mujeres son mejores en cualquier cosa. En el caso del ejército, suelen quejarse menos porque aguantan más el dolor y recuerdan mejor las caras. Además, ejercen mejor el trabajo de espía porque consiguen sacar más información al enemigo. Y es que sea en el ámbito económico, en el militar o en el político, la guerra de sexos parece no tener fin.