Le diagnosticaron una infección pero resultó ser un cáncer terminal

Noticias Cuatro 04/12/2017 11:35

Rhina, una mujer australiana de 29 años, acudió al médico hasta en nueve ocasiones durante dos años por fuertes dolores en los ojos, la cabeza y entumecimiento facial. Lejos de hacerle pruebas médicas especializadas, los médicos insistieron en que se trataba de una infección que desaparecería mediante un tratamiento de gotas oculares y esteroides.

A pesar de la medicación, los síntomas no solo no remitían, sino que se agudizaron paulatinamente. Por esto, los médicos procedieron a realizarle una resonancia magnética. Los resultados de esta última prueba arrojaron la verdad, y es que Rhina padecía un cáncer cerebral inoperable que tan solo le permitiría sobrevivir durante un mes más.

Según explica Mirror, la joven explica cómo le dijeron que le quedaba poco tiempo de vida, "Le pregunté al médico, ¿voy a morir?".

Los especialistas le confirmaron que los esteroides que le habían recetado para remitir la infección, agravaron el tumor e hicieron que creciera y se volviera más fuerte.

Su familia investigó hasta encontrar a un médico pionero en Sydney, en Australia, que accedió a tratarla. No obstante, no tienen fondos suficientes para pagar el tratamiento, que asciende a 100.000 dólares. Por ello, sus amigos han creado una página de Go Fund Me, para conseguir reunir el dinero suficiente.

Su padre afirma que, a pesar de las terribles condiciones en las que se encuentra su hija, se mantiene firme y confiada en que podrá salvarse: "A lo largo de las repetidas pruebas, el diagnóstico y el tratamiento incorrecto en los últimos dos años, esta noticia trágica, que pondría de rodillas a cualquiera, no ha atenuado su brillo presente. Rhiana está llena de positivismo y fortaleza al comienzo de lo que verdaderamente es la pelea de su vida. Se niega a renunciar a la vida y está haciendo todo lo que está en su poder para cambiar su destino".