Celsa abrió la puerta de su joyería sin darse cuenta de quién tenía detrás. Un hombre con la encapuchado entró tras ella con un cuchillo en la mano y la amenazó con clavárselo en le pecho si no le abría la caja registradora. Pero la joyera, de 69 años, no perdió la calma, se dirigió al mostrador todavía con las bolsas de la compra en la mano, cogió un paraguas y le dio con todas sus fuerzas en la cabeza. El caco agarró su bolso y salió corriendo. Pero Celsa corrió detrás de él con el paraguas. El atracador era un viejo conocido de la policía, que ya había atracado otras nueve joyerías, y ya ha sido detenido.