La nueva vida de Hattie Gladwell comenzó en enero de este año. La joven, de 19 años, acudió al hospital pensando que sufría apendicitis y le diagnosticaron colitis ulcerosa. Hattie recuerda que durante esos días estaba asustada porque creía que ya no llevaría una vida normal. Durante las primeras semanas, de hecho, no era capaz de mirarse el estómago sin llorar, según recoge el diario DailyMirror.
Tras el bajón inicial, Hattie decidió que su enfermedad no podría con ella. No iba a dominar su vida, ella seguía siendo la dueña de sus actos y lo peor era ocultar una experiencia tan traumática.
Desde ese momento, Hattie no tiene miedo a mostrar su cuerpo, se encuentra animada y quiere ayudar a todos los que como ella vivan pegados a una bolsa y se merecen una vida totalmente normal.
Hattie pensó que ya que su bolsa de colostomía es una parte de ella, de hecho es la parte que le salvó la vida, iba a mostrarla sin avergonzarse y ahora muestra en su blog cómo es vivir día a día con ella.