Jillian ha vivido una de los momentos más trágicos de su vida. La mujer australiana dio a luz a su primer hijo, Landon, que nació sin complicaciones y completamente sano. A los tres días del parto, fueron dados de alta y se fueron a casa.
Tan solo un día después de encontrarse en su domicilio, el pequeño tuvo que ser ingresado por un ataque al corazón que le provocó lesiones en el cerebro. La causa del ataque fue una deshidratación del que ni los padres ni los médicos se habían percatado, según informa Metro.
La mujer, que padecía ovarios poliquísticos, no le habían advertido que esta dolencia podía afectar a la producción de leche y por ello Jillian le daba el pecho sin ningún problema.
El estado del pequeño era muy grave y quince días después de ser ingresado, decidieron desconectarlo de la máquina que le permitía vivir.
Cinco años después de este suceso, esta madre ha decidido concienciar a la sociedad sobre la necesidad de conocer como alimentar correctamente a los niños: “me di cuenta en mi duelo que podría haber más padres que necesitaban oír o hablar de ello”.